Bullying
In a recent brief article by Catholic writer Dale O'Leary, she encourages Catholics and others of good-will to understand the nature of the "culture wars". She states, "Facing intimidation and bullying, many people are afraid to speak. A faith undefended is a faith betrayed."
Enfrentando al Bullying
por Dale O’Leary
16 de enero de 2019
La guerra cultural se prolonga y los cristianos están en la mira. Defender la fe y nuestro derecho de presentar nuestro punto de vista en el mercado de las ideas requiere un sobrio análisis de las estrategias de nuestros oponentes. En esta batalla, estamos confrontando a una coalición de activistas, los cuales insisten en que sus ideologías no pueden ser cuestionadas y que cualquiera que se oponga a ellas es malo. Ellos no están interesados en debatir o dialogar, sino en silenciar a la disidencia, lo cual es entendible en base a que la mayoría de sus afirmaciones son demostrablemente falsas. Ellos no sienten la necesidad de defender sus creencias, mientras puedan lograr sus objetivos callando a sus oponentes usando una letanía de epítetos: racista, fanático, sexista, homofóbico, transfóbico, nazi, facista, tirano del patriarcado y abogado de la toxicidad masculina, etc. Frente a la intimidación y el bullying, mucha gente tiene miedo de hablar. Una fe que no es defendida es una fe traicionada.
El conjunto actual de ideólogos incluye: los activistas LGBTQ+, feministas radicales, postmodernistas, deconstruccionistas, Neo-Marxistas, censores de lo políticamente correcto, y guerreros de la justicia social. Lo que motiva a los ideólogos no es la compasión, sino el resentimiento y una voluntad desnuda por el poder. Mientras los ideólogos se presentan como virtuosos, sus ideologías promueven el pecado, específicamente violaciones a los diez mandamientos.
Activistas LGBTQ+
Mientras que algunos piensan que la lujuria es el principal pecado de los LGBTQ+, años de investigación en esta área me han convencido de que para los LGBTQ+ la principal tentación es la envidia, seguido de la lujuria. Los patológicamente envidiosos sienten que a ellos se les ha negado injustamente algo de lo que ellos tienen derecho. Esto conlleva a la codicia -el pecado de estar obsesionado por algo que le pertenece a alguien más, algo a lo que tu no tienes derecho. Por ejemplo, las personas que se identifican como trans, tienen envidia de las cosas que 6
Feministas radicales
El pecado principal del feminismo radical es el aborto a petición. Cuando yo me vi envuelto en la batalla en contra del aborto, pensé que todo lo que tenía que hacer era convencer a los “pro-choice” de que eso era un bebé. Lo que descubrí fue que ellos sabían que eso era un bebé. En cierto punto, las mujeres que han tenido abortos saben que han matado a su bebé. Ellas pueden alegar defensa personal, pero ellas saben que han violado un mandamiento principal: No matarás. Hoy en día millones de mujeres están lidiando con la culpa del aborto. El culpable teme al castigo. Incapaces de enfrentar la verdad, ellas arremeten en ira. Esto puede explicar por que algunas feministas radicales gritan irracionalmente que los pro vida las quieren matar.
Postmodernistas
El postmodernismo es una “filosofía” que rechaza la razón, la verdad, y a Dios. Para los postmodernistas, no hay una realidad objetiva, y no hay verdad científica o histórica. La ciencia, tecnología, la razón, y la lógica no son vehículos para el progreso humano, pero sí instrumentos de jerarquías con poder opresor. Para los postmodernistas, no hay tal cosa como la naturaleza humana. El comportamiento humano y la psicología son determinados o construidos socialmente. El lenguaje no se refiere a la realidad fuera de él; son solo palabras. Cualquier argumento racional es rechazado automáticamente, ya que para el postmodernismo, la lógica es una conspiración patriarcal. Al denegar la existencia de Dios, los postmodernistas violan el primer mandamiento, haciéndose a ellos mismos dioses, y decidiendo para ellos que es bueno y que es malo.
Deconstruccionistas
Si bien, acorde a los postmodernistas, no hay verdad, entonces lo único que queda es poder. Los deconstruccionistas, los cuales son literalmente aliados de los postmodernistas, creen en todo -toda la literatura, todas las teorías, y todas las relaciones - pueden y deben ser apartadas (deconstruidas) para así descubrir quien gana poder y quien es oprimido. Una vez que esto se descubre, el oprimido puede demandar que el poder sea arrebatado de los opresores y dado a los oprimidos. Los deconstruccionistas no honran a sus padres, y rechazan la sabiduría del pasado.
Neo-Marxistas
Los postmodernistas deconstruccionistas aceptan la teoría política marxista. Marx enseñó que todos los problemas pueden ser explicados como un conflicto entre los oprimidos y sus opresores. Los Neo-Marxistas ya no se enfocan en los conflictos entre trabajadores y dueños. Las nuevas clases oprimidas son las mujeres por parte de los hombres, los LGBTQ+ oprimidos por los “héteros”, negros por blancos, etc. Los oprimidos tienen el derecho de tomar todo lo que le pertenece al opresor. El comunismo y el socialismo son sistemas políticos de inspiración marxista basados en robar. Cualquiera que se identifica como un “Neo-Nazi” es correctamente visto como alguien que perdona los crímenes de Hitler y el horror del holocausto. Ninguna escuela contrataría a un Neo-Nazi para enseñar o lo invitaría a dar un discurso. Sin embargo, no importa que tan malos fueran los Nazis, los seguidores de Marx son peores. En la Unión Soviética, China, Corea del Norte, Cambodia, y Cuba, los marxistas han matado diez veces el número de muertos por Hitler, sin embargo profesores en prestigiosas universidades se proclaman orgullosamente marxistas. Los Neo-Marxistas deberían ser tratados de la misma manera en la que tratamos a los Neo-Nazis
Los Políticamente correctos
Los políticamente correctos se han nombrado como monitores de discursos. Ellos han decidido que ciertas frases hieren los sentimientos de los oprimidos y por lo tanto los que las usen deben ser silenciados. Tan pronto como la Policía de lo Políticamente Correcto impone un cambio de lenguaje en cierta área, buscan descubrir estas nuevas ofensas y demandan que el nuevo lenguaje sea aceptado. Cualquiera que no ceda ante las demandas de lo políticamente correcto es intimidado en la sumisión. La Policía de lo Políticamente Correcto insiste en que nosotros mintamos. Por ejemplo, demandan que nosotros pretendamos que un hombre que cree que es una mujer es realmente una mujer. Insisten en que todos deben aceptar que dos personas del mismo sexo pueden tener un matrimonio real y que aquellos que estén en desacuerdo deben sin embargo participar en la celebración. Ellos no intentan cambiar nuestra mentalidad, pero sí forzarnos a decir lo que nosotros sabemos que es falso, a mentir. La verdad puede ofender. Los sentimientos pueden ser ofendidos por la verdad. Sin embargo, está mal mentir. Cuando nosotros mentimos, nos traicionamos a nosotros mismos e incluso podemos herir a aquellos a quienes mentimos al negarles una verdad que los podría hacer libres.
Guerreros de la Justicia Social
Los guerreros de la justicia social son los ejecutores de las ideologías. Ellos no quieren debatir los ´problemas, pero sí silenciar a la oposición. Esto incluye intimidando a los ponentes con sus gritos que no les permite ser ecuchados, obligando a instituciones a cancelar ponentes, amenazando negocios con boicots y, cuando todo lo demás falla, haciendo disturbios. Un grupo es Antifa, el cual afirma ser anti-Fascista, cuando en teoría ellos usan tácticas Fascistas. Otro grupo de guerreros de justicia social es el “Southern Poverty Law Center”. El SPLC identifica y elige como blanco a grupos de “odio”. Esto empezó oponiéndose al KKK y a los grupos de supremacía blanca, pero ahora apunta a cualquier grupo que no sea políticamente correcto, particularmente grupos cristianos. Uno de sus principales objetivos es el “patriarcado”, el cual definen como cualquier cosa dirigida por hombres. Haciendo eso ellos vuelven el nombre de Dios una maldición, ya que uno de los nombres de Dios es Padre, en latín. Dios es el Padre de quien se nombra toda paternidad en el cielo y en la tierra. Los hombres están llamados a imitar la paternidad de Dios, y a amar y proteger a las mujeres y niños. Es verdad que hay hombres que abusan de mujeres y niños y por esto deben ser correctamente condenados, pero los guerreros de la justicia social atacan la paternidad virtuosa y las sanas virtudes masculinas, no solo los abusos.
Nosotros nunca debemos subestimar lo malo, peligroso, y naturaleza manipuladora de estas ideologías. Ceder a las demandas de los ideólogos solo por ser agradable es una terrible estrategia. Nunca es sabio ceder ante los bullies. Nosotros debemos hacerle frente cuando ellos alcen sus feas cabezas. Nosotros no debemos educar a nuestros niños en base a un sistema educativo controlado por ellos. Cedes una pulgada y tomarán una milla.
La tragedia de los ideólogos es que nunca en la historia del mundo las personas -incluyendo mujeres y minorías- han sido más libres, seguros, sanos, o mejor que los estadounidenses lo son ahora. Pero en lugar de ser agradecidos, las ideólogos gastan su energía recolectando ofensas, recompensando la victimización, cuidando resentimientos, tramando venganza, y haciendo bullying a cualquiera que cuestione sus reclamos. Ellos demandan que los infractores de su código políticamente correcto confiesan sin ofrecer perdón. No hay oferta de redención, solo la expectativa de una denigrante confesión de culpa.
Sin embargo, la verdadera libertad, solo viene cuando nosotros perdonamos lo que debe ser perdonado.
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